Jesús Mejía Cruz /El Mundo de Orizaba
México 12 de enero, 2010
Como en cada año recién nacido, los propósitos y las promesas surgen como venidos a justo tiempo para ilusionar y entusiasmar.
Los propósitos ya quedan en cada uno, pero hablando de promesas, el incipiente 2010 podría representar un año verdaderamente trascendental, porque de acuerdo a lo que se dijo hace algunos días, este mismo mes comenzará la construcción del hogar del futbol orizabeño.
Con la palas, vigas, millares de tabiques y kilogramos de esperanza por parte de la afición, después de más de cien años de historia el balompié orizabeño podría contar con su propio hogar, luego de haber pasado episodios gloriosos y penosos siempre en casas que de alguna u otra manera no han sido otra cosas sino viviendas rentadas.
Porque el desparecido estadio Moctezuma, que pertenecía a la empresa cervecera del mismo nombre, vio a su equipo coronarse campeón de campeones de la Liga Mayor en 1947, y en 1972, al Albinegros de Orizaba de la Tercera División que ascendió de categoría. Años más tarde a decisión y conveniencia de sus propietarios terminaría por ser derruido para alojarse única y exclusivamente en las imágenes captadas en alguna fotografía, o en alguna pared de la memoria de aquellos que pudieron verlo, y mejor aún, pisarlo.
La directiva de Albinegros ha manifestado que el último día de este mes se pondrá la primera estructura de concreto para armar la casa con capacidad para 30 mil felices aficionados y una inversión de 30 millones de dólares. Será el gobernador del estado, el testigo de honor.
Pero el referido estadio además se pretende ubicar para que sea subsede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014, como plaza al igual que el estadio Luis de la Fuente “El Pirata”, para albergar las actividades del futbol.
La construcción del estadio deberá ser exprés, no tanto por los Juegos sino por la conveniencia de Albinegros, si es que no se quiere seguir jugando en la casa del vecino.
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